Los propietarios de los equipos apoyan esta normativa y alegan que si esas protecciones son obligatorias en las ligas colegiales y universitarias, también deben serlo a nivel profesional. Sin embargo, hay un gran número de jugadores que se oponen a esta nueva normativa y se reunirán con los propietarios para intentar cambiarla.
Aunque como apunta el ex-jugador Troy Vincent, actual vicepresidente de la NFL, puede ser un retroceso para los jugadores, el principal problema es psicológico, con más protección te sientes más lento y pesado, y menos ágil.
McKay, propietario de Atlanta Falcons, apunta, en representación de todos los propietarios, que es una medida de seguridad básica, al igual que el casco y la coraza, y que ayudará a reducir el número de lesiones.
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